Bullying: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué hacer para prevenirlo?
Cada día, en las noticas, periódicos, redes sociales y diversos medios, podemos observar casos en los que un alumno ha fallecido debido al acoso escolar. Este acoso es el llamado "bullying" que, por desgracia, tan presente está en nuestra sociedad. Da para pensar que a día de hoy se produzcan estas situaciones y nadie sea capaz de hacer nada al respecto. A continuación hablaré sobre el bullying y posteriormente concluiré con una opinión personal al respecto.
​
Lo primero de todo, ¿qué es el bullying? Definimos bullying como el maltrato físico y/o psicológico intencionado e ininterrumpido que recibe una persona (en este caso, hablamos de bullying en edad escolar). Este maltrato proviene de otra persona o de un grupo de personas, siendo cruel y teniendo el objetivo de someter al individuo y atemorizarlo. Normalmente las personas que efectúan este maltrato tienen el objetivo de sacar un beneficio, aunque también existen los casos que el maltrato es llevado a cabo con la única intención de agredir y destruir a la otra persona.
​
Existen diversos puntos característicos del bullying y que podemos identificar cuando se da un caso:
​
-
Se presentan conductas de carácter disruptivo, como burlas, amenazas, violencia física, marginamiento...
-
Suele provocar problemas que se prolongan y se repiten durante un período de tiempo.
-
Normalmente es provocado por un alumno y apoyado por un grupo contra una víctima indefensa.
-
El bullying perdura debido a la ignorancia o a la pasividad del entorno que rodea al agresor/es y a la víctima.
-
La persona víctima del bullying desarrolla miedo y una actitud de rechazo al contexto en el que es maltratado, pierde la confianza en sí mismo y en el resto de la gente y su rendimiento escolar disminuye.
-
El maltratador pierde capacidad empática y la comprensión moral desaparece, reforzando así un estilo violento a la hora de interaccionar.
-
Las personas que observan ese maltrato de forma pasiva pierden sensibilidad, ganan apatía e insolidaridad.
​
Existen varios tipos de bullying, aunque en muchas ocasiones, aparecen al mismo tiempo:
-
Físico: se producen empujones, patadas, agresiones con objetos... Es decir, violencia física.
-
Verbal: insultos y motes, se realizan menosprecios en público, se resaltan defectos físicos. Este tipo de bullying suele ser el más habitual.
-
Psicológico: debilitan la autoestima del individuo y aumentan el miedo.
-
Social: pretende alejar y marginar a la víctima del resto del grupo y compañeros.
¿Por qué surge el bullying?
Las causas son muchas y muy complejas, pero existen ciertos factores de riesgo como la familia, el entorno escolar y los medios de comunicación. Pese a existir estos factores, carecemos de condiciones protectoras que podrían disminuir los efectos de dichos factores.
-
La familia
A través de ella obtenemos modelos de comportamiento que influirán en nuestras relaciones con el entorno. Si el niño sufre de violencia doméstica o la presencia, pueden llegar a entender que el mundo se divide en agresores y agredidos, de modo que ante una situación determinada se posicionen como agresores antes que acabar convertidos en víctimas. El estar en este tipo de situación disminuye la posibilidad de establecer relaciones positivas. Las condiciones de pobreza y sus derivadas dificultades es un factor de riesgo que puede incidir en el estrés de los padres, aumentándolo. -
Entorno escolar
Escuchamos muy a menudo la frase "el profesor me tiene manía" y solemos creer que son excusas para disimular malas notas o malos comportamientos. Pero en algunos casos puede ser una señal que reclama atención del profesor o de los padres. Los profesores tienden a establecer mejores relaciones con los alumnos "buenos" y ser más dejados con los alumnos "malos" (algo lógico según Blanca García Olmos, presidenta de la Asociación de Profesores de Secundaria, pues dice que, al fin y al cabo, los profesores son personas), provocando así una disminución en la motivación de los "malos" y un sentimiento de discriminación. Esto puede llegar a provocar ansiedad y depresión en los chicos. -
Medios de comunicación
La televisión (sobre todo) nos expone de forma continua a violencia, tanto real como ficticia. Los comportamientos observados ahí influyen en el comportamiento que los niños manifiestan después, aunque a largo plazo depende del resto de relaciones que el niño establezca (pues interpreta todo a partir de dichas relaciones). La exposición repetida a la violencia puede llegar a producir habituación, pudiendo llegar a considerarla "normal".
​
Una de las vías para tratar de prevenir el bullying pasa por estimular la comunicación entre la familia y la escuela. El apoyo social a la familia puede reducir significativamente el riesgo de violencia pues proporciona ayuda para solventar problemas, información sobre vías alternativas para resolver dichos problemas y oportunidades de mejorar la autoestima.
​
Otra vía es promulgar el aprendizaje cooperativo en grupos heterogéneos. Así se consigue adaptar la educación a la diversidad, motivar al alumno, favorecer la cohesión grupal y las relaciones dentro del grupo y distribuir las oportunidades de protagonismo académico.
Pese a todos estos datos sobre el bullying, yo creo que una gran parte de la responsabilidad para evitar este bullying pasa por el profesorado y posteriormente por los padres (sobre todo estos últimos). Si la vía de comunicación entre profesor y padres está establecida, lo siguiente que se tiene que realizar por parte de la familia es preguntar al niño si tiene problemas y, si no lo cuenta, llevarlo a un especialista y tratarlo con profesionales. Quiero decir, todos los padres conocen a sus hijos y saben cuando están bien o cuando están mal, a pesar de que el niño no lo quiera contar. Se darán casos en los que la familia desatienda esa llamada de socorro del niño, por lo que ahí el profesor debe actuar, además de como profesor, como persona, y tratar con el niño y si fuera necesario, empujar a los padres a tratar al niño de forma adecuada.
Prevenir el bullying está en nuestras manos, no nos quedemos de brazos cruzados.
Acabemos con ello.